"Sigue tu nariz" es un instinto de supervivencia no solo para las criaturas de cuatro patas. Nuestro sentido del olfato nos ayuda a elegir la pareja adecuada, nos alerta del peligro y nos permite disfrutar de ciertos aromas y fragancias. ¿Qué tan triste sería pasear por un mercado sin poder oler todas las frutas frescas, o caminar por un bosque sin estar acompañado por el aroma de las coníferas recién cortadas? Y luego está la maravillosa variedad de fragancias herbales: inhalar el intenso aroma de lavanda, romero o menta es disfrutar de un pequeño momento de felicidad. Y aunque nuestro sentido del olfato podría no ser tan esencial para nuestra supervivencia como nuestra vista u oído, ciertamente no debería subestimarse; después de todo, tiene un impacto enormemente positivo en nuestra calidad de vida.