La afonía es característica de los meses más fríos del año, pero también podemos sufrirla incluso durante el verano. La afonía se da porque las cuerdas vocales se inflaman o irritan y no pueden vibrar correctamente. Así nuestra voz se oye distorsionada y, en algunos casos, hasta puede perderse, dando paso a la disfonía.
Además de la afección concreta en la voz, la afonía puede darnos dolor de garganta, picazón o tos. Por eso, es importante conocer algunos consejos para recuperarla rápido y de manera natural.
Descansa la voz
Parece obvio, ¿no? Forzarla cuando está dañada es la manera más fácil de acabar de estropearla. Habla lo menos que puedas por, al menos, dos días. Si te resulta imposible estar sin hablar, al menos evita los sitios muy ruidosos que te obliguen a elevar tu tono natural y, lógicamente, no grites. Además, es importante evitar los susurros. Para hablar susurrando, debemos incorporar una gran cantidad de aire, que puede secar nuestras cuerdas vocales y seguir dañándolas.
Hidrátate
El agua es clave. Nada más sencillo que mantenerte hidratado bebiendo agua. Al tener la laringe húmeda, evitarás la sensación de sequedad que hace forzar las cuerdas vocales. Eso sí, que no esté ni muy fría ni muy caliente, recuerda que las temperaturas extremas no son buenas. Si te cansas del agua, cualquier líquido es bueno, un té, una sopa, lo que sea que te mantenga hidratado.